El compromiso cerebral puede utilizarse como experiencia primaria para uso personal o clínico, y puede actuar como un eficaz proceso de cebado cerebral. El cambio neuroplástico dirigido puede lograrse a través de tres elementos: atención focal sostenida sin tensión, demanda marginal y voluntad abierta. El cuarto elemento es la "salsa secreta" que hace que el proceso sea más eficaz. El cebado cerebral, por otro lado, requiere la repetición de una señal sin necesidad de una atención sostenida.