Aquí les presentamos algunas reflexiones destacadas de nuestro CTO, Simon Perrott, inspiradas en su uso personal del NeuroVIZR.
Este mes, Simon comparte una práctica sencilla pero poderosa —la respiración consciente— y cómo combinarla con sesiones de NeuroVIZR puede profundizar la relajación, restaurar la concentración y ayudar al cerebro a reiniciarse en momentos de agobio.

La respiración: el ritmo silencioso que nos acompaña desde nuestro primer llanto hasta nuestro último suspiro.
Aquí tienes algo sencillo pero poderoso: tu respiración. Te acompaña a cada segundo de tu vida y es la herramienta más fácil que tienes para cambiar cómo te sientes. Las exhalaciones más largas ayudan a calmar y relajar el cuerpo; las inhalaciones más largas te dan energía y concentración. Con solo cambiar la forma en que respiramos, podemos influir en nuestra frecuencia cardíaca, metabolismo, presión arterial e incluso en cómo funciona nuestro cerebro.
Cuando necesito desconectar del ritmo frenético de la vida diaria, elijo una sesión de la colección NeuroVIZR Relax y comienzo con 30 segundos de respiración consciente. Para ello, selecciono los Sonidos de la Naturaleza de Calentamiento, que se reproducen antes de que se enciendan las luces y el sonido de la sesión NeuroVIZR. Durante este tiempo, me concentro en mi respiración y exhalo suavemente mientras siento cómo mi cuerpo se vuelve más pesado. No fuerzo la exhalación ni intento alargarla al máximo; simplemente disfruto de la sensación de liberar el estrés. Una vez que se encienden las luces, relajo mi atención y dejo que mi cuerpo respire por sí solo, permitiendo que la experiencia de luz y sonido de NeuroVIZR me guíe hacia una relajación aún mayor.
Cuando me siento aletargado, aburrido o estancado en el trabajo, elijo una sesión de la colección NeuroVIZR Mind Expansion y comienzo con 30 segundos de respiración consciente seleccionando los Sonidos de la Naturaleza para Calentar. Esta vez me concentro en inhalar profundamente, imaginando que el aire llena primero mi estómago, luego mis pulmones y finalmente hasta mis clavículas, a veces reteniendo la respiración antes de exhalar y vaciarme. Una vez que comienza la experiencia de luz y sonido de NeuroVIZR, abro mi consciencia a todas las sensaciones que llegan sin centrarme en la respiración.

Cada sesión termina con la misma suavidad con la que empieza. Me siento en silencio unos minutos, dejando que la habitación vuelva a mi alrededor, percibiendo los cambios. En esos momentos, el simple acto de respirar se siente como el comienzo y la recompensa a la vez.



Cómo NeuroVIZR transforma la luz para favorecer el sueño